MEMORIAS DE LA ÚLTIMA INCURSIÓN DE UN PRIISTA DE INFANTERÍA

El día 23 de mayo de 2016, un caluroso día cualquiera, me topé de frente con él Rarotipo, en uno de los pocos callejones que aún no se roban de la ciudad de Huejutla. Lo vi cabizbajo y meditabundo y casi como queriendo llorar a moco tendido. -Ora si no me digas nada hijo de la chingada que quiero desahogar mi pena contigo, y quisiera hacerlo al estilo de las películas de Pedro Infante, en una cantina llorando y cantando, pero con eso de que estoy más diabético que la chingada, ya ni empedarme me está permitido, por ello creo que tienes la obligación de escucharme, como yo lo he hecho contigo, como aquella ocasión en que lloriqueabas y te quejabas  del ex líder priista que hablaba mal de ti. Adelante -le dije- te prometo no interrumpirte, para nada., ya que con seguridad el tema de las traiciones inducidas de por allá, que impactan por acá, lo he tocado tantas veces, que pa' que chingaos lo repito. Pues bien -adelantó, en una región que se comporta como una cualquiera, recibí un mensaje que textualmente decía "Rarotipo, buenas noches, te escribo para recordarte del evento de mañana, se de antemano que cuento contigo por lo que me gustaría te concentrarás mañana a las 9 AM en el salón.... Para de ahí salir juntos gracias". Era un el mensaje una invitación al centro de de la ciudad de Huejutla, para recibir al hoy candidato electo para gobernador del estado de Hidalgo, bienvenida contemplada como apoteósica, al estilo del priismo antiguo, el de la costumbre de reunir al pauperrimo mundo rural en torno al candidato, pero que en la huasteca, al menos desde el 2002, nunca es suficiente para ganar las elecciones municipales...

Haciendo un poco de historia, -dijo el Rarotipo- recuerdo los mitines que se realizaron, -numerosos y animados por cierto- para iniciar la campaña de Floriberto Mendoza Castelan. Se inauguró en ese momento el desaseo social de un priismo local, que dejó de responder a los reclamos de la militancia, y se entregó como mujer débil y susceptible a los arrumacos de los hombres del poder. Se puede decir que a partir de ese momento, de la primera década del siglo veintiuno, nada volvería a ser igual, para ese priismo vejado, ninguneado, sometido, y permanentemente traicionado por la estructura del poder. Un priismo resentido, por las deslealtades de quienes a su sombra han lucrado, pero que en pago a su generosidad, lo han herido de muerte, o mínimo enfermado de gravedad. Soy militante a lo pendejo, me duele reconocerlo -dijo- de  un priismo enfermo, que a pesar de su mal no merece ni un purgante para que se libre de la parasitosis, que sufre, y casi lo tiene de enfermo terminal. Lamentablemente -prosiguió- "los enemigos están adentro, hacen mucho daño, sembrando con sus malos ejemplos la confusión, ya sea medreando al sistema, o acatando consignas impuestas, ¿Quizás así sea?. Lo cierto es que estos actores han envenenado a la sociedad, que a esta altura del juego, ya aprendió que la traición, es casi un arte, y además bastante redituable.

Los priistas de pedigrí, no creen en sus principios, e incluso luchan contra el. Estos cabrones deben -salir del closet - así como le hizo Ricki Martín- para externar las verdaderas razones que expliquen su actitud. Solo así se evitará que la ya escasa vocación partidista, sufra mermas más graves, o que la vorágine de estos malos ejemplos, obligue a personas valiosas a retirarse del escenario público, o volver, como dijera Carlos Gardel, "con la frente marchita", lesionada por los golpes traperos que autoridades, instituciones, e incluso la militancia de élite, le aplica al priismo de infantería.

¿Qué ha pasado en las últimas Campañas?, la respuesta es simple, a los  candidatos elegidos, por el poder político les permiten todo. Al rival de Floriberto lo dejaron hacer una campaña anticipada de un año, y ninguna autoridad electoral de aquel entonces, se dio cuenta. En cambio el candidato priista, una vez que ganó la nominación, después de ser confrontado, con sus correligionarios, -que lógicamente después no lo apoyaron-, hasta la propaganda le hicieron mal. A mí en particular me hicieron visitar al coordinador político que venía de Pachuca, personaje que llegó a Secretario de Educación, para coordinar algunos trabajos, y la impresión que me causó no fue la mejor...El recibimiento que me dio fue en los términos siguientes....¿Como esta estas? -Me dijo- ¿Verdad nos va a cargar la chingada?, a ver qué recuperamos de este desmadre, y por ahí se fue, con un pesimismo que no cabría en el peor de los escenarios de los tangos argentinos. Ese animo prevaleció durante toda la campaña por parte de los enlaces de Pachuca, que al último ya casi nos decían, hay que darle la contra a ese cabrón, ya que el otro es más popular que Juan Gabriel, y los Beatles juntos.

Después de Floriberto, conoció el sabor de la traición inducida, Darío Badillo Ramírez, el único priista al que se le permitió un trabajo político previo, y no obstante estar bien posesionado en el ánimo de la ciudadanía no le dejaron ganar la elección. La campaña de descrédito nuevamente vino de por allá, y nos cargo la chingada por acá. De tal forma que Darío, una vez posesionado  en la labor proselitista, fue denigrado en grado superlativo por el fuego amigo inducido desde aquellos lares, a lo que se sumó la ya, artera, especialización chingativa de por acá. Ya existía en esos momentos una estructura de funcionarios, y líderes que al amparo de los gobiernos en turno, hacían ganar o perder a cualquiera, de acuerdo al ánimo y preferencias de los hombres del poder político.

Las tres ultimas campañas, han enseñado que los colores de los partidos no significan gran cosa para los hombres del poder. Quienes gobiernan en la entidad saben que la política es como los chiles verdes, al final y con el tiempo todos se ponen rojos, y adquieren el color del poder central, Lo local es asunto pequeño para quienes mandan, pues saben que al final del camino todos necesitan del amparo del poder para tapar sus corruptelas.

Así vimos pasar las primeras décadas del siglo veintiuno,  con derrotas flagrantes, bien diseñadas, con operadores políticos, ya altamente especializados en recibir y aplicar consignas a favor de los intereses centrales, por lo regular en contra del propio priismo. Los lemas para denigrar los candidatos priistas, en el caso de Floriberto, fue el alto precio de no saludar a nadie ni sonreír coquetamente, de Darío Badillo, se dijo, que no usaba un sombrero bonito, y que era rico, ya que en ese entonces, se privilegiaba el concepto de la pobreza como virtud teologal, pues  era pecado ser empresario o poseer bienes económicos y materiales. Para Said los epítetos adjudicados eran múltiples, dijeron que se ponía alcohol en las manos después de saludar a los hermanos campesinos, posteriormente que, siempre utilizaba tirantes muy feos, y que se desplazaban en carros que ni en sueños poseerán los pobres huastecos, y al último se le acusó de su tozudez para ser candidato por tercera vez.
Lo cierto es que siempre ha habido mano negra, y las consignas de por allá, siempre se cumplen por acá... Últimamente las cosas adquieren características tan cínicas y desvergonzadas, que ya ni las formas se cuidan, y el dinero fluye a raudales para comprar voluntades, y para colmo de la obra pública, que se autoriza por los priistas de pedigrí, en contra del partido que les ha dado dinero, poder, fama, y fortuna. Que lamentable es lo que sucede con lo que quedará del priismo para el 2018. Ejemplos sobran.... Coordinadores de campaña que operan en favor del proyecto antagonico.

Funcionarios que dicen, "por el gobernador si, y con todo, por la presidencia no". Delegados municipales que vacían las despensas del PRI, en bolsas de otros institutos para entregarlos a nombre de otros candidatos. Líderes de los sectores, que simulan servir, y sirven espiando para los rivales.

Hombres y mujeres que han crecido económicamente al amparo del revolucionario institucional, que al ver mermadas sus posibilidades de lucro, parten al árbol que les brinde la mejor sombra, y un largo etcétera de deslealtades que jamás son castigadas. Estas  chingaderas hacen ver al priismo de infantería, que esto de las traiciones, es asunto permitido e incluso inducido por las altas esferas del poder, y la verdad, así está cabrón llevarse de a cuates, con quienes han corrompido el quehacer político, en aras de los poderes fácticos.

El último comentario ya de plano se cataloga dentro de la  desvergüenza más despiadada que puede existir, así lo dicen... "pa' que se hacen pendejos los pinches priistas, si bien saben que para 2018, iremos juntos y vamos a ser un chingo, los 18 mil del voto duro, y los casi 21 mil del voto golondrino. Además vamos a desaparecer al PRI de Hidalgo, y por fin va a existir una necesaria alternancia en nuestra entidad, -o sea los mismos-, pero con diferentes colores.

Este es el nuevo escenario, así se diseña la tercera década de nuestro lamentable acontecer, siempre bronquedados, divididos, desplazados del servicio público, ¡hablo de los que aún estamos!, para colocar a los que apenas llegan. Da la impresión de que servimos a los que únicamente se sirven de nosotros, a pesar de dejar nuestro tiempo y esfuerzo para posesionar, a quienes, en el siguiente momento nos darán en toda la madre.

Así, enfrascado en infinidad de cavilaciones valoró el rumbo que tomará mi destino -me dijo- el último priista de convicción que quedaba en la huasteca. Quizás dentro de poco sea tildado de traidor por partir hacia un espacio en que me madreen o descalifiquen sin tanto encono, a otro lugar en que cuando menos me saluden con cordialidad, o me intriguen sin tanta virulencia. Así, poco a poco, la siembra de traiciones se ha convertido en un desastre para el priismo Huasteco, el fruto amargo de esa cosecha será defecado, por quienes financiaron el desaseo social, que son aquellos que piensan que destrozando al PRI, coronaran sus expectativas y ambiciones personales, pero que en poco tiempo, serán presas del vortex que provocaron con los vientos que agitaron.