martes, 14 de octubre de 2014

LOS HUASTECOS, EL MIJKAILJUITL, QUETZALCOATL, Y LA LLORONA

Publicado por: PERIODICO DE LA HUASTECA - martes, octubre 14, 2014

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Cuando pequeño era recurrente hablar de la llorona y con ella nos metían al orden; sobre todo cuando presas de fenomenal berrinche queríamos algún dinerito para acudir a la función de cine de media semana, en el Cine Primavera; el único de aquellos tiempos y que se ubica en lo que es hoy la Disco Bar Escándalo. En este lugar se realizaban además distintos festivales para agenciar recursos a obras sociales, ya sea para las escuelas públicas,  o algunas otras actividades, como la rehabilitación de los puentes de Tahuizán Potrerillos y Tecoluco, el arreglo de los jardines públicos, y el empedrado de las calles, que antes no eran tantas, y poseían el nombre de varios estados de la república, y el de hombres de probados méritos, no como hoy en el que cualquier malandrín puede desgraciar la nomenclatura urbana a su antojo, y ademas con la complacencia y beneplácito de las altas autoridades en el estado.  
La llorona fue una tradición heredada de tiempos remotos, y para los Huastecos una leyenda de tiempos aztecas, ya que estos, se dieron a la tarea de destruir la cultura Huasteca, algo que posteriormente los ibéricos hicieron con las tradiciones mexicas, y ahí si esta dura la cosa y amplía la crítica.
Hablemos un poco de historia...Para el año de 1440 los aztecas ya eran un pueblo poderoso  que había impuesto su visión cosmogónica a todos los pueblos vecinos al lago de Texcoco. Al morir Itzcóatlhereda el poder Moctezuma Hilhuicamina, quien en alianza con Netzahualcoyotl, rey de Texcoco, consolida su poderío sobre los pueblos asentados en el vaso lacustre. Moctezuma, gobernó durante 25 años, al morir dejo el poder a su hijo Axacayatl quien fue el mero mandón de 1569 a 1581; y fue este recanijo mexica, quien más victorias brindó a los belicosos aztecas, sometiendo incluso al reino de Michoacán, pero eso si, valió pura madona con los tlaxcaltecas, a los que ni a chingadas pudo derrotar. Lógico es, que por esos años pegaron tal zarandeada a los Huastecos, que hasta el dialecto perdieron, y lo mismo sucedió con sus tradiciones culturales. "¡Hoy ha pesar de la madriza que nos dieron, muchos pseudoaborígenes proaztecas, se sienten más mexicas que el propio Moctezuma!.
En el mandato de Axacayatl, se esculpió el famoso calendario azteca, y fue bajo la tutoría de Ixcóatl, Moctezuma, y Axayacatl, que los aztecas alcanzaron su máximo poderío, y dominaron casi todo el altiplano central. Fue además en esa época que hicieron suyo el contenido de la leyenda de Quetzalcóatl, y del famoso Quinto sol, gestando la idea de que la serpiente emplumada regresaría algún día, solo para ser desplumada por los ibéricos, y sus amigos los tlaxcaltecas.
A partir de 1481 el mero mero petatero era Tizóc-"!Nada que ver con el indio estúpido que se enamora de María Félix, en la película del mismo nombre!", y que es la más ridícula que filmo Pedro Infante".
Ya para 1486, tomó el trono el tal Ahuítzol y a su mando el imperio alcanzó su máximo esplendor, muere en 1502, y el trono fue cedido a Moctezuma Xocoyótzin quien se convirtió en el mayor tirano, dominando a los pueblos imprimiendo a su mandato una crueldad extrema, -solo comparable a la que el estado islámico, aplica a los reporteros extranjeros, solo para calar el filo de sus cuchillos.
El gobierno del maloso Moctezuma, inició en 1503, y con los peores augurios, pues sufren casi cuatro años de sequía, posteriormente un cometa barruntó malos presagios, y en 1510, un eclipse de sol aterrorizó a los mexicas. Por este azaroso rumbo corría la historia azteca, y ya para 1519 Moctezuma, llevaba 17 años en el poder. Aquí es donde comienza la tétrica historia de la llorona, pues según las crónicas, diez años antes de la llegada de los ibéricos a las costas americanas, una mujer vestida de blanco, -La diosa Cihuacóatl- se aparecía a cuanto mexica trasnochado se le atravesaba, y lo surtía con un arsenal brutal de lamentos-, -!Como los que cotidianamente le hacen a Peña Nieto en Facebook!- en aquella noches obscuras de las calles de la gran Tenochtitlán.
Una vez que esta diosa azteca aprendió algo de español, popularizó la frase de "!Ay mis hijos!" Y paso a formar parte del folclor popular de la Nueva España, como la Llorona. Lo cierto es que en el Virreinato, -!nomas para desprestigiarla!- se dijo que mato a sus vástagos, y posterior a ello, afinó sus alaridos, y gritaba por las calles, "¡Ay, hijos míos, nuestros dioses mueren y nosotros moriremos con ellos!, - y por ahí se seguía, y dicen que agregaba a su perorata plañidera, ! Ay, hijos míos, a donde podré llevarlos y esconderlos, -"igualito a lo que en la actualidad hace cualquier padre o madre de familia, ante la ola de violencia que existe en todo el territorio nacional"-.
Muchos Huastecos conocimos y creamos nuestra propia versión de la llorona, pues se dice que esta, hacia presencia en las tres zanjas -antes ríos- que cruzan Huejutla, de tal forma que la triada entraba en franca competencia, para ver quien berreaba mejor y más entonada. A mi en lo particular me aterrorizaban con la llorona de Tahuizán - !Sobre todo cuando pedía dinero para ir al cine!- esta tétrica entidad del inframundo, era famosa por el volumen que le imprimía a sus lamentos. La segunda mas chipocluda era la de Potrerillos, y la tercera, y un poco menos desmadrosa, era la de Tecoluco, que aunque mamila y todo, no espantaba a tanta gente, pues por aquellos lares había pocos habitantes. En fin una leyenda azteca que ponía a temblar a los hustecos, y que ahora con eso del mundo global, ya ni siquiera se aparece, quizás por que ya no existe un solo río, o calle solitaria adonde afinar sus gorgoreos.
Sin embargo en la actualidad, a las antiguas leyendas se les quiere dar un carácter de idiosincracia pura, pues resulta que hasta al Xantolo, -"La mas mestiza de todas las fiestas"-, nacionales- le quieren proporcionar un carácter prehispánico azteca, -"Según el del Mijkailjuitl"- y mucha gente esta feliz con esta nueva versión, una más de las deformaciones históricas y culturales que se le imprimen a las tradiciones locales.
Bajo esta óptica la región solo mejorara cuando los dioses prehispánicos, el Popocatépetl, y la mujer dormida despierten de su centenario sueño, y cumplan con la misión que le han encomendado sus dioses, y el pueblo solo se dedique a esperar, que es lamentablemente lo único que ha hecho siempre.
Así pues, los presagios son una leyenda permanentemente revitalizada, y aunque sean en realidad solo un mito, siguen impactando al México actual. Lo cierto es que, ni hubo regreso de Quetzalcóatl, -!Un historiador huasteco sostiene que, Quetzalcoatl, nació en Quetzálzongo-tampoco devino el fin del Quinto Sol, y mucho menos la -diosa Cihualcóatl- la gran lloradora de los aztecas-, cumple ya con el compromiso de aterrar a los desvelados, y solo adivinó el fin del imperio Mexica. Hoy el mundo sigue girando, y las pendejadas se siguen dando. Lo destacable de este acontecimiento es que la diosa azteca, simplemente se olvidó de su chamba, ya que su quehacer cósmico era proteger a los belicosos aztecas, en lugar de andarlos asustando por las noches, y diciéndoles que se los iba a cargar la fregada.
Es lamentable que a pesar de la poca certeza histórica que proporcionan los mitos, se dan por ciertos, y Huejutla es un claro ejemplo de ello, pues actualmente están empeñados en desmadrar una tradición cultural mestiza muy acendrada, el Xantolo, para imponer una nueva versión de las fiestas de muertos, el Mijkailjuitl, que según esto, coincide con la cosmogónia azteca, con la única salvedad de que el dichoso Mijkailjuitl, se celebraba antiguamente en los meses de julio y agosto, fecha que fue cambiada precisamente por los criollos de la Nueva España, !Ojo!, jamas por los aborígenes!, para vender los excedentes de sus productos agrícolas y de semovientes, lo que convierte a esta bella tradición en un asunto meramente mercantil.
Hoy, a casi 500 años después de la llegada de los ibéricos, poco o nada reconocemos de la aportación de Hernan Cortes, a la identidad nacional. Es muy evidente que jamas existió una conquista a México, pues este país no existía, ya que los aztecas, eran solo eso, aztecas!. Lo que sí existió en este lado del mundo, fueron las alianzas que logró Hernan Cortes, con los pueblos indígenas enemigos naturales de los aztecas, las que posibilitaron que miles de indios, asesorados por apenas 300 europeos, derrotaran al antes invencible imperio. No aceptarlo de esta forma nos coloca en la vergüenza de reconocer que solo 300 ibéricos, fueron capaces de derrotar a millones de mexicas, algo que ni el mismísimo Superman, Batman o el hombre Araña, !juntos!, a pesar de sus superpoderes hubieran logrado.
Hasta cuándo aceptaremos que el origen del pueblo mexicano es mestizo, que tenemos una doble raíz la ibérica y la indígena, ya basta de decir que el hijo de la ching..&,€¿ada de Hernan Cortes, de lo peorcito de España, nos conquistó, y borró de tajo una cultura ejemplar como la autóctona.   Lo cierto es que nadie conquistó a nadie, pues ni México, ni España existían cuando Hernan Cortes, llegó a este continente, pero en último de los casos, si así hubiese sido, si descendemos de las dos raíces, debemos identificar a ambas como la génesis de nuestra identidad, sobre todo de la aparentemente nos avergonzamos: la Hispanidad.

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